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El reciclaje en condominios: Una acción de alto impacto

El paisaje urbano va cambiando rápidamente. Cada vez hay más conjuntos, edificios y otras propiedades bajo régimen de propiedad horizontal que son habitados por un sinnúmero de familias. Estos espacios son esenciales en la vida en la ciudad, pero son parte de un grave problema ambiental por la cantidad de basura que generan diariamente.  Por esta razón es necesario, de manera urgente, manejar correctamente los residuos y procurar su reciclaje.

Durante la última década la economía circular ha tomado fuerza a nivel mundial porque presenta un nuevo modelo de producción y consumo sostenible. Su objetivo es mantener el plástico, vidrio, metal, papel e incluso residuos orgánicos por más tiempo en la vida útil convirtiéndolos en nuevos productos en vez de llegar al botadero. Esta alternativa cuenta con varios beneficios como el crecimiento de la economía y el empleo, además de la reducción de emisiones y consumo de recursos naturales.

Para comprender de mejor forma el problema de la basura es necesario revisar uno datos locales. El Ecuador genera 4.1 millones de toneladas de basura por año, de las cuales es reciclable al menos el 85% entre basura orgánica e inorgánica. Solo la ciudad de Quito genera 2.200 toneladas de basura diaria; de ellas, 1870 toneladas que podrían ser recicladas. Se estima que cada persona produce al menos 1 kilo de basura por día.  Actualmente apenas el 4% de este material es reciclado.

La separación de residuos en nuestros hogares facilita la reducción estas cifras, y nos permite pasar de consumidores a ciudadanos. Debido al número de familias que habita en condominios el impacto de esta acción es aún más grande. Diversas asociaciones buscan trabajar en conjunto con los condominios para brindar capacitación y asesoría a sus habitantes, a cambio de retirar con frecuencia el material reciclado, lo que permite que los socios cubran su sueldo y aportaciones al seguro social.

Para Isabel Tipán estos acuerdos son muy importantes. Ella preside la Asociación de Servicios de Reciclaje Inclusivo “Recicladores Unidos” y es fiel testigo de que la adopción de pequeños hábitos cambia la realidad de muchas personas. Afirma que la capacitación sobre este tema permite que la mayor parte de material reciclable tenga una nueva vida pues se brindan indicaciones para mantenerlo en buen estado. El trabajo en conjunto con edificios y condominios le ha permitido solventar las necesidades básicas de su familia sin exponerse a riesgos como cortaduras con vidrios trizados y jeringas expuestas. Por ello, hace un llamado a la ciudadanía a separar los residuos y contactarse con las Asociaciones para que los puedan recibir de manera directa.

Muchas personas como Isabel Tipán son actores importantes en la ciudad, pero se han vuelto invisibles ante nuestros ojos. Nos falta reconocer socialmente su esfuerzo y su falta de acceso a un sueldo digno, asistencia social y seguridad laboral. La separación correcta de los residuos en los hogares no lleva mucho tiempo y esfuerzo y es un gran paso para tener un impacto positivo en el mundo. Esta pequeña acción nos permitirá reducir la contaminación, la cantidad de vertederos de basura en la ciudad y también mejorar la calidad de vida de más personas.

 

Soc. Cristina León - Fundación Bien - Estar